La ganadora del Grammy lanzó en 2016 su 5to disco solista, en el cuál se escucha un verdadero giro en su estética musical. Hablamos del proceso de composición, de los orígenes de su inspiración y de cómo ver el valor de cada momento.
Después de un silencio de cuatro años, estás de vuelta con un nuevo proyecto, ¿qué estuviste haciendo durante ese tiempo?
Me tomé una pausa para practicar y tocar con otros colegas y estudiar a algunos músicos, y poesía. También trabajé en otros proyectos que eran quizás demasiado exigentes, pero por fortuna adquirí habilidades que estaban por fuera de mi expresión creativa.
¿Cuál es el concepto que guía a este disco?
Todavía estoy aprendiendo sobre él, mientras exploro el proyecto, vivo y leo. Creo en como lo describe Wayne Shorter cuando dice: “Debes usar el pasado como una forma de alumbrar el futuro”. Me muevo hacia adelante, cambio y modifico mis pasos; como crezco y me comporto está basado en una versión menos evolucionada de mi misma.
¿Quién es Emily? ¿Cuándo empezaste a sentir el espíritu creativo de Emily dentro tuyo?
Emily es una personificación de la energía. Es la personificación del modo de interacción de la energía que permite a “D+Evolution” existir de momento a momento: sus sonidos, su imagen, su manera de ser y su interpretación que incorpora música, movimiento, luz y un gran despliegue sobre el escenario. La primera vez que sentí el espíritu de Emily fue en octubre de 2013. Estaba en el medio de una gira con el ACS Trío. Estaba despierta, no podía dormir, y empecé a ver y a escuchar esto. No quiero sonar como “estaba viendo una película en mi cabeza y todo lo que tuve que hacer es transcribirla, y así surgió el proyecto”. La inspiración viene como en la distancia. Ves su forma, su color, casi podes escuchar su voz y se vuelve más clara a medida que te acercas a ella. Hay un camino para comunicarte con la inspiración y puede cambiar mientras te acercas. Y lo que pensaste que podía ser un caballo resulta ser una mesa o viceversa.
¿Cómo te expresas a través de Emily?
Canto sus canciones, asumo su personaje, me visto como ella. Canto, toco y me muevo, y Emily no es un espíritu de otro reino que me poseo cuando la canto. Ella es, como dije, la personificación de una energía que quiero explorar. Mientras estoy vestida de Emily, me enfoco en ese modo característico de ser. Al menos en lo que se relaciona con mi vida.
Si queres leer esta entrevista completa, conseguí el #2 de BA Jazz Magazine en www.bajazzmagazine.com.ar